La noticia me partio la cabeza como un mazaso ( y eso no tiene nada que ver con el amor) o precisamente todo. Te ame desde el primer pensamiento, desde antes que fueras. Y desde entonces te supe diferente…..no me preguntes como….
Estuve radiante los nueve meses que fuimos una. Eras vos la que brillaba. La redondez de mi panza abrazaba tu alma y en tu mundo acuatico todo era bello, como la vida misma.
II
El 17 de noviembre a la tarde el dolor era todo, cuando por fin vi asomar tu cabecita cubierta de pelusa rubionaranjada y confirme mis certezas censuradas. Una voz que parecia salir de mi misma repetia “no” todo el tiempo. Por que??? Por que a vos, y no a mi?? Por mis horrible pecados, por mi culpa? Para que aprenda que las crueldades escondidas fueron juzgadas y sentenciadas. PUM. El enorme martillo golpeo mi cabeza. Aturdida comprendí: Asi es y asi será. Siempre.
III
Los medicos merodeaban mi habitación con ascepcia y sin miradas. Tengo miedo de escribir estas palabras y que alguna vez las leas y no comprendas. Aquel primer dia no quise que estuvieramos a solas. No te conocia! No sabia de tu dulzura, tu manito y tu sonrisa. Perdon.
IV
Sos Hermosa. Siempre lo fuiste. Polaca rubia y caprichosa, como te dice tu abuela. ..Aquella nurse te lleva y no te vi mas. …Es noche y descalza me asomo en el pasillo. Fuera de lo terrible que parece a todos que seas diferente, algo te ocurre y te han llevado a una incubadora. De pronto recupero la memoria (o la cordura). Mi bebe!! Te amo!! Corro en el silencio y entro, solo para buscarte.
V
No se que me explican ahora de tu sangre. Tenes un cable pinchado en el bracito. No me importa nada ni entiendo lo que dicen esas enfermeras de blanco almidonado. Bebe, llego mama!! Quien le da de comer? Alguien se ha preocupado mas que yo de tu alimento. Estas dormida y me enseñan cosas. El pañal asi, la leche asá… Escucho una voz que dice entiendo. Parece que soy yo. No se muy bien que digo, mientras siento rios finitos rodando por mi cara hasta formar un charquito en el camisón. No es por vos, es por la otra que murio en mis pensamientos. Vos estas. Tu manito se toma de mi dedo y tu sonrisa me ilumina.
VI
De vuelta a casa todo es diferente. Comés y como, jugás y río. Espero la hora en que llega tu papá para entrar a la bañera…Tararará…, un santuario de espuma tibia donde floto sin pensar un buen rato….Mejor salgo! Estarás bien? Parece que ya no puedo hacer nada más que estar contigo. Me dicen los doctores que tenemos que ir a un especialista en estimulación temprana. Y tu abuelo de pronto es un experto: que te hable mucho, que te ponga musica. Que ahora hay mucho adelanto. Estimulacion Temprana. Busquemos el mejor lugar para mi nena.
VI
Después de dar vueltas por todos lados, llegamos al Centro Selec. Me enteré, que su directora Beatriz Heredia es la mejor del pais trabajando con niños especiales. Su dulzura me conquista y te lleva en brazos a jugar por los rincones coloridos de esta casa de los niños.
A la casa de Betina la visitan los ángeles. Ya lo saben en la ciudad, en las esucelas y en el campo. Vienen de todas partes, pura sonrisa y ojitos curiosos. La Casa de Betina esa llena de luz y juegos, y los dibujitos de las comp. Se disfrazan de letras de colores y números saltarines, siempre listos para armar rompecabezas con las sumas y las palabras .
Llegan pequeños (los angeles) y se acomodan en los brazos y en los besos, en las alfombras, en el tobogán y en la casita. Se caen y se vuelven a levantar, hasta que pueden o n , pero no importa mientras lo intenten.
Angeles que aprenden a ser niños mientras esa voz de campanita les sugiere el camnio de la vida. Y dicta las recetas que los papis escriben en el cuaderno de este difícil arte. Muchos llegan asi de chiquititos y se transforman en jóvenes seguros y estudiosos (no por eso dejan de ser angeles) Muchos se van, algunos por un tiempo, otros no vuelven del paseo por el cielo azul que descubrieron, de tan curiosos de tan traviesos.
Todos, todos la quieren. Es tan fácil. Betina derrama cantaros de amor de sol a luna, rodeada de sus angeles y cuidada por os que se fueron y la acompañan desde siempre y hasta siempre.
A su paso, en silecnio, recogen sus lagrimitas de cristal que mojan los cuadernos y teclados y las enhebran con las perlas de su risa, para regalarle cuando duerma un collar de caricias que ilumina como el Sol, la casa de Betina.
